Plan de convivencia

Cultura de convivencia pacífica

La construcción de una cultura de convivencia pacífica en nuestro centro es un reto educativo unido a la vivencia de valores democráticos, como los de justicia y de no violencia.

En nuestro centro educativo tenemos casos de crispación originada por los problemas cotidianos de convivencia que se generan entre los alumnos, entre éstos y los adultos y entre el profesorado y algunas familias.

Existe además cierta sobre exigencia hacia el profesorado por parte de la sociedad, de modo que se depositan en él todo tipo de responsabilidades, sin que ello lleve siempre parejo un compromiso efectivo de las familias y de la sociedad con las escuelas.

Por otra parte, los modelos de conducta y de relación interpersonal que difunden los medios de comunicación están saturados de violencia, mostrándola como el recurso habitual –eficaz siempre e inevitable casi siempre –para resolver los problemas. Tampoco debe olvidarse que nuestro actual estilo de vida se ajusta también a los principios del libre mercado y a los valores que de él se derivan.

Somos conscientes de las limitaciones de los enfoques punitivo-sancionadores para la resolución de los conflictos ya que normalmente se consigue un aumento de la tensión con los consiguientes efectos negativos en el clima de los centros.

Ante la multiculturalidad y la diversidad de nuestra sociedad, nuestro centro debe conseguir por parte de todo el claustro utilizar permanentemente procedimientos válidos de comunicación para favorecer la integración y transformar positivamente los conflictos que se puedan originar.

Todo el claustro comparte que la convivencia pacífica no es aquella en la que no existen conflictos sino más bien la situación en que los conflictos se resuelven de forma no violenta. Debemos dedicar atención especial al tratamiento de los conflictos. En este sentido, se puede entender la convivencia como un proceso, creativo y respetuoso con todos, de resolver conflictos, ya sea previniendo su aparición, ya sea evitando su escalada cuando se han producido.

Para entender los conflictos debemos saber que las emociones y sentimientos que se producen en los distintos protagonistas juegan un papel muy importante.
Desde el curso 2013/2014 pusimos en marcha un proceso de desarrollo interno para la mejora de la convivencia que exige un esfuerzo y un compromiso importantes.
El cambio en el modelo de convivencia es de carácter procesual, centrado en la capacidad de los miembros del colegio para asumir, interiorizar y gestionar el cambio. Cambio que se produce de forma progresiva, constituyendo un auténtico crecimiento desde el interior del propio colegio: es por eso un proceso de desarrollo…
Es el colegio en su totalidad el objeto y el agente fundamental del cambio.

PLAN DE CONVIVENCIA DEL CENTRO 21/22

 

 

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