Familias

FAMILIA: DIVERSIDAD FAMILIAR, RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA, DINÁMICAS

 

HACIA UN NUEVO CONCEPTO DE FAMILIA (DIVERSIDAD FAMILIAR)

Si por algo se caracteriza la familia es por la peculiaridad y complejidad de su naturaleza, lo que aglutina el interés de todas las ciencias sociales, y es que el hecho de reconocerla como un sistema social implica que ésta es sensible a los cambios que se dan en su entorno cultural e histórico.

Si hasta hace pocos años era relativamente sencillo determinar el patrón en torno al cual se configuraban los hogares españoles: un hombre y una mujer unidos en matrimonio con descendencia biológica fruto de ese enlace, siendo responsable la madre de las labores reproductivas (de cuidado y domésticas) y el padre de las productivas (con las que se garantizaba el sustento de la familia y que al mismo tiempo le convertían en la máxima figura de autoridad dentro de la misma), podemos observar cómo en la actualidad ese modelo de profundas raíces patriarcales ha sufrido diversas transformaciones.

De este modo, y con el objetivo de establecer un concepto más realista y actual de la familia, Palacios (1999) nos invita a llevar a cabo un proceso de deconstrucción. Partiendo de un modelo convencional, el autor nos induce a eliminar aquellos elementos que, si en su origen se consideraban imprescindibles para poder hablar de una familia, en la actualidad no son más que características relativas y por ello no necesarias.

De esta manera, y tras llevar a cabo ese proceso de eliminación, nuestro producto sería el siguiente: entendemos por familia aquella unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia que se desea duradero en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia y en el que existe un compromiso personal entre sus miembros, estableciendo intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia (Palacios y Rodrigo, 1998).

Y es que siguiendo las aportaciones de González (2009): “al igual que la diversidad de las especies es un indicador de la salud de un ecosistema, la diversidad familiar debería ser contemplada como evidencia de la salud de una sociedad, en tanto que muestra el grado en que sus miembros pueden ejercer la libertad de elegir y desarrollar el modo de vida en familia que les hace más felices.”

RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA (MARCO TEÓRICO) 

La participación de las familias en la vida escolar es un fenómeno relativamente reciente, así podemos señalar cómo en la mayoría de los países de la Unión Europea su incorporación (o la de sus representantes) en la estructuras organizadas dentro del sistema es una política desarrollada a partir de 1970.

Este posicionamiento parte del reconocimiento del contexto familiar como el principal espacio de socialización y educación del niño, un medio que no puede ser interpretado de manera aislada, sino que debe ser percibido en continua interacción con el sistema al que pertenece y del que forma parte.

A partir de esta idea, Bronfenbrenner defiende que el desarrollo infantil se realiza en microsistemas (familia, escuela, etc.) en los que el niño encuentra los recursos necesarios para convertirse en persona. Sin embargo, lo que ocurre en estos no depende únicamente de sus características, sino también de las interacciones mantenidas con otros sistemas. Así, el desarrollo de cada uno de ellos puede verse incrementado si existen relaciones complementarias y constructivas entre todos.

Nos situamos, de este modo, ante la existencia de dos contextos diferentes que actúan sobre un mismo agente, dos ambientes y un solo niño, situación que obliga a familias y maestros/as a ponerse de acuerdo sobre qué es lo mejor para su desarrollo.

Bajo esta filosofía, García-Bacete (2003) destaca la relación familia-escuela como un recurso clave en el necesario proceso de adaptación que han de afrontar ambos agentes ante una sociedad en continuo cambio. Del mismo modo, y tomando como base las teorías constructivistas del aprendizaje, el autor destaca también la dificultad de establecer los límites de escuela y familia, y con ello la imposibilidad de señalar qué conocimientos y experiencias pertenecen a cada entorno, hecho especialmente relevante desde el momento en que son requeridos como base para construir los aprendizajes futuros.

Sería un error por nuestra parte ignorar la literatura dedicada a las comunidades educativas, una literatura que presenta centros escolares que cuentan con el apoyo de los padres y madres y que se encuentran completamente integrados en sus barrios, nutriéndose de lo que en ellos sucede y abriendo sus puertas a la comunidad.

En este tipo de experiencias no sólo las familias comprenden mejor los programas escolares, valoran más su papel en la educación de sus hijos/as o incluso incrementan su sentido de autoeficacia, sino que el profesorado siente reconocida su labor (manteniendo un mayor compromiso y satisfacción con su tarea) y el alumnado mejora su rendimiento y autoestima a la par que su participación, disminuyendo de este modo la tasa de abandono y absentismo.

Por todo esto, la escuela no puede ignorar su importante papel en este proceso. Así, ha de percibir y asimilar su responsabilidad de cara a ofrecer una serie de canales formales e informales de participación familiar, posibilitando el establecimiento tanto de un trabajo conjunto como de una comunicación fluida basada en el respeto mutuo.

DINÁMICAS (PRÁCTICA) > EN DESARROLLO > APORTACIONES NECESARIAS

Algunas de las dinámicas que se promueven desde el centro son las siguientes:

Trabajo por proyectos

Como se ha indicado en apartados anteriores, tanto el centro como la propia etapa de Educación Infantil apuesta por un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en el trabajo por proyectos. Un planteamiento que tiene como origen el reconocimiento del alumnado como protagonista claro y activo de su propio aprendizaje. Un sujeto que aprende y evoluciona a base de interactuar y manipular la realidad que le rodea.

Sin embargo, cabe recordar que esta realidad no se conforma de apartados estancos, por lo que el conjunto de dinámicas propuestas en el aula no han de verse limitadas por las paredes físicas de la misma. De hecho, cuanto más lejos lleguen y a más personas alcancen, mayor será el grado de satisfacción, profundidad y solidez alcanzado por su aprendizaje.

Por eso, las diferentes familias del aula no sólo serán compañeras de investigación (búsqueda de información, visualización de vídeos, oyentes de los descubrimientos infantiles…), sino que también podrán formar parte del aula para presentar sus experiencias relativas a las temáticas tratadas, participar en los talleres organizados periódicamente e incluso acudir a las salidas educativas planteadas.

Tutorías

A través de las tutorías tanto las familias como el propio profesorado tienen la oportunidad de ofrecer una atención más personal y concreta sobre cuestiones relativas al desarrollo del niño/a.

Escuela de padres

La Escuela de Padres es un momento de encuentro e intercambio de saberes, inquietudes, preocupaciones, ilusiones y sueños de las familias y del propio centro con el único fin de hacernos más competentes en cada uno de los pasos que dados en la educación de nuestros/as chicos/as.

La importancia de las normas y los límites, el papel de la neurociencia en el comportamiento del niño/a, pautas para una alimentación equilibrada son algunos de los temas tratados hasta el momento de acuerdo a las demandas realizadas por la comunidad educativa.

Oraciones

Como parte de la formación humana y pastoral que el Centro pretende desarrollar, se proponen una serie de momentos de oración en los que el alumnado, acompañado de las familias, tiene la posibilidad de reflexionar y aprender sobre diferentes aspectos de la fe cristiana.

Educación 2.0

A través de herramientas 2.0 como los blogs, tanto las tutoras de Educación Infantil como los propios especialistas de Psicomotricidad y Lengua Extranjera ponen en conocimiento de las familias aquellas prácticas que llevan a cabo en el aula.

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